Primavera que se abre a la vida, sueños en tintes dorados con el nacimiento de cada día. Dulzura en su nombre y en su mirar, presencia constante, primeras certezas y dudas, amor que entregar descubriendo y lentamente descubrir y ver llegar, entusiasta renacer sumiso, sentidos que apenas amanecen se desbordan en caudal irreverente. Etapas primeras que recordar después, ciclos de los que aprender y mejorar. Tropezar, caer, levantarse y andar, volver a empezar, pasar y pasar dejando que la vida se haga presente en cada nueva sensación, experimentar, comprobar, aprender y mejorar.
Sentir, querer, darse y recibir. Tomar mi mano y dejarse llevar, recorrer cada vereda, detenerse en cada obstáculo, mirar y esperar, enseñanza nueva con la que cada día aprender, crecer, hacerse mayor y madurar. Todo un mundo vivido que aún queda por llegar, todo por descubrir, larga ruta en la que equivocarse, errar, pararse a observar, acertar y seguir.
En su despertar a mí, asombrado me detengo en cada gesto, cada dulce brillo de sus ojos inocentes y llenos de luz. Niña de esencias, mujer nueva, sal de la tierra, fiel, leal y noble; dulce como dulce es el candor que sus años no esconden; entregada, intensa e inocente; alegre, feliz, azúcar y miel, compañera niña, amiga y mujer, sumisa en su más hermoso despertar.
Renaciendo entre mis manos.
ResponderEliminara alma submissa está sempre aprendendo...evoluindo
ResponderEliminarDespertar a nuevo mundo de sensaciones y sentimientos.
ResponderEliminarBesos.
Lunna.
Todo es un proceso y, como en cualquier despertar, hay que ir despacio, como se aprende a andar.
ResponderEliminarSe camina tomando firme de la mano que guía, mirando sus ojos antes cualquier duda, sin silencios no consensuados... y es avanzar para crecer...
Besos.
Espectacular. El privilegio y el poder de ese despertar, aprendizaje constante, el cual se torna la inocencia a la experiencia. =)
ResponderEliminarSaludos